Es un lugar de entretenimiento y distracción para los consentidos animales de la zona, ubicado al inicio de la calle dos de El Cigarral y lleva por nombre Brownie en honor al perro propiedad de la alcaldesa Myriam Do Nascimento, fundadora de este parque.

Este espacio público está acondicionado con aparatos de madera, papeleras para los desperdicios, puntos de hidratación para las mascotas y áreas verdes para el sano esparcimiento de éstas.

Al igual que el resto de los parques del municipio los visitantes tienen que cumplir a cabalidad y bajo la supervisión de los mismos vecinos una serie de normas. Entre estas reglas destacan la prohibición de llevar animales sin collar; cada propietario debe ser responsable de los desperdicios; y no se permite el consumo de bebidas alcohólicas y de sustancias estupefacientes.